lunes, octubre 12, 2009

Sabiduría

Supliqué y se me concedió la prudencia; invoqué y vino sobre mí el espíritu de sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y en comparación con ella tuve en nada la riqueza. No se puede comparar con la piedra más preciosa, porque todo el oro, junto a ella, es un poco de arena y la plata es como lodo en su presencia. La tuve en más que la salud y la belleza; la preferí a la luz, porque su resplandor nunca se apaga. Todos los bienes me vinieron con ella; sus manos me trajeron riquezas incontables.

1 comentario:

Anita dijo...

oye ya que es lodo la plata, dame un poco no??? jaaa no me vendría nada mal en el viajecito para allá jaaaaaaaaaaa
besitos y abaaazos de oso
TQM
Ani

La Z, salvajemente grupera!